El término «gasto suplido» hace referencia a los desembolsos económicos realizados por un profesional en nombre de un cliente durante la ejecución de servicios profesionales. Estos gastos tienen implicaciones fiscales específicas y deben manejarse con cuidado para evitar cuestiones impositivas.
Definición de Gasto Suplido
El gasto suplido se refiere a los desembolsos económicos que un profesional efectúa en representación de un cliente en el transcurso de la prestación de servicios profesionales. Estos desembolsos pueden ser parte de los costos operativos regulares del profesional o pueden estar asociados con una actividad excepcional relacionada con un cliente en particular. En el segundo caso, el cliente asume la responsabilidad de estos gastos, lo que los excluye de ser considerados como transacciones comerciales sujetas a impuestos.
Ejemplos de gastos suplidos
Entre los ejemplos más comunes de gastos suplidos se incluyen el pago de tasas, seguros y gastos administrativos. Sin embargo, para que un gasto sea catalogado como gasto suplido, deben cumplirse tres requisitos fundamentales:
- El gasto debe ser asumido por cuenta del cliente, lo cual debe quedar claramente reflejado en la facturación.
- El gasto suplido debe ser informado adecuadamente al cliente.
- El importe del gasto debe haber sido pagado y justificado de manera adecuada en la facturación como un gasto en el que se ha incurrido.
Cómo Incluir el Gasto Suplido en la Factura
Dado que el gasto suplido surge de la actividad del profesional pero no está directamente relacionado con el servicio prestado, no está sujeto a IVA ni a IRPF. Por lo tanto, no debe formar parte de la base imponible que determina los impuestos a pagar. Sin embargo, como el profesional efectivamente ha realizado un gasto en nombre del cliente, es esencial que este gasto se refleje de manera independiente y clara en la factura, permitiendo que el cliente reembolse el importe correspondiente.
Para incluir el gasto suplido en una factura, se puede utilizar un campo separado etiquetado como «suplido» o «cantidad abonada por cuenta del cliente». Esto ayuda a diferenciarlo de otros conceptos de la factura y facilita la comprensión del cliente. En la factura, solo es necesario especificar el importe y la justificación del gasto, sin necesidad de proporcionar información adicional.
Para profesionales y autónomos, facturar correctamente los gastos suplidos es fundamental para llevar un registro preciso de los gastos en los que se incurre en beneficio del cliente durante la prestación de servicios. La facturación adecuada asegura que estos gastos no se incluyan en la base imponible, ya que los gastos suplidos no están sujetos a IVA ni a IRPF.
El gasto suplido es un concepto clave en la gestión financiera de profesionales y autónomos que prestan servicios a clientes. Su correcta definición, facturación y tratamiento fiscal son fundamentales para evitar problemas legales y fiscales. Al entender cómo gestionar adecuadamente los gastos suplidos, los profesionales pueden garantizar una relación transparente con sus clientes y cumplir con las obligaciones tributarias de manera efectiva.
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