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Cómo pasar de la Gran invalidez a la incapacidad permanente Absoluta

Cómo pasar de la Gran invalidez a la incapacidad permanente Absoluta
En este artículo, explicaremos quién tiene derecho a la gran invalidez, los requisitos necesarios y cómo solicitarla.

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La transición de incapacidad permanente absoluta a gran invalidez es un proceso que puede marcar una gran diferencia en la vida de las personas que enfrentan limitaciones graves debido a enfermedades o lesiones. La gran invalidez ofrece un apoyo financiero adicional significativo para aquellos que no solo están incapacitados para trabajar en cualquier profesión, sino que también necesitan asistencia para llevar a cabo las actividades más básicas de la vida diaria, como comer, asearse, vestirse y tomar medicamentos.

Diferencia entre incapacidad absoluta y gran invalidez

Dentro de los diferentes grados de incapacidad laboral, la incapacidad permanente absoluta y la gran invalidez son los niveles más elevados. La incapacidad permanente absoluta se otorga cuando una persona no puede ejercer ningún tipo de trabajo con un mínimo de eficacia y profesionalidad debido a una enfermedad o lesión, y conlleva una prestación mensual equivalente al 100% de la base reguladora calculada en cada caso.

Por otro lado, la gran invalidez supone recibir una pensión aún mayor debido a la necesidad de asistencia para las actividades básicas de la vida diaria.

¿Quién tiene derecho a la gran invalidez?

La gran invalidez se concede a aquellos que, además de estar incapacitados para trabajar en cualquier profesión, requieren la ayuda de terceras personas para llevar a cabo actividades esenciales de la vida diaria. Esto incluye tareas como alimentarse, asearse, vestirse y tomar medicamentos. La Seguridad Social concede un complemento adicional, al menos el 45% de la base reguladora del extrabajador, cuando se demuestra esta pérdida de autonomía.

Por ejemplo, si la base reguladora es de 1,000 €, una persona con gran invalidez recibiría una prestación de 1,000 € más un complemento mínimo de 450 €, lo que sumaría un total de 1,450 € al mes.

Gran invalidez desde incapacidad permanente absoluta

Si una persona con incapacidad permanente absoluta cumple con el requisito de necesidad de asistencia para las actividades básicas de la vida diaria, puede solicitar la gran invalidez debido a un empeoramiento en su condición. El proceso comienza por la vía administrativa, y si la solicitud es desestimada, se puede seguir luchando en los juzgados.

Es importante destacar que no es necesario haber sido previamente pensionista para ser beneficiario de la gran invalidez. No es un requisito ser titular de una incapacidad absoluta u otro tipo de incapacidad laboral antes de acceder a la gran invalidez.

¿Qué grado de discapacidad se requiere para la gran invalidez?

A diferencia de lo que algunas personas creen, no es necesario acreditar un grado específico de discapacidad para acceder a la gran invalidez. La discapacidad y la incapacidad permanente son conceptos diferentes. La discapacidad se refiere a un porcentaje que certifica las deficiencias físicas y psíquicas de una persona y es otorgada por los servicios sociales de cada comunidad autónoma. La incapacidad permanente, en cambio, es una pensión que se concede cuando una persona no puede trabajar debido a una enfermedad o lesión.

Sin embargo, aunque no sea un requisito determinante, un alto grado de discapacidad puede ayudar a respaldar una demanda de gran invalidez ante un juez. Lo esencial es demostrar que el individuo no solo no puede trabajar en el mercado laboral, sino que también carece de autonomía en su propio hogar.

¿Cuál es el mínimo de cotización necesario para la gran invalidez?

Para acceder a una pensión por gran invalidez, se requieren ciertos mínimos de cotización según el caso:

  • Menores de 31 años: Deben haber cotizado al menos un tercio del tiempo desde los 16 años de edad, pero solo si la contingencia es enfermedad común.
  • Con 31 años o más: Deben demostrar una cotización de al menos cinco años, a partir de los 20 años cumplidos. Además, un quinto de esa etapa debe estar comprendido en los últimos 10 años o en los 10 años anteriores desde que cesó la obligación de cotizar, también si la pensión deriva de una enfermedad común.
  • En situación de «no alta»: También es posible obtener una gran invalidez por enfermedad común si se han acumulado 15 años de cotización, incluyendo tres de ellos en los últimos 10 años. No se requiere cotización previa si la incapacidad proviene de una enfermedad profesional, accidente de trabajo o accidente no laboral.

Base reguladora para la gran invalidez

La base reguladora es la cantidad sobre la cual se calcula el 100% y, posteriormente, el porcentaje para el complemento de gran invalidez. La fórmula para calcularla varía según la edad, la contingencia y si se está dado de alta o no. Se puede obtener información detallada sobre cómo calcular la base reguladora en cada caso específico.

Cómo solicitar la gran invalidez

Antes de solicitar la gran invalidez, es esencial obtener informes médicos de especialistas que confirmen las limitaciones tanto para el trabajo como para las actividades diarias. Estos informes deben enviarse al INSS junto con un formulario de incapacidad debidamente completado. Se proporcionan instrucciones precisas para realizar este proceso.

Una vez que se reúne toda la información necesaria, se puede presentar la solicitud a través del procedimiento correspondiente.

Solicitar la gran invalidez y obtener su aprobación no es un proceso sencillo, pero es factible. Si la solicitud es rechazada administrativamente, se puede recurrir a los Juzgados de lo Social. A menudo, pasar de la incapacidad permanente absoluta a la gran invalidez es posible cuando la condición de una persona empeora al punto de requerir asistencia para las actividades básicas de la vida diaria. Lograr la gran invalidez desde la incapacidad permanente absoluta es una posibilidad que puede marcar una diferencia significativa en la calidad de vida de quienes enfrentan estas circunstancias.

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