La factura retención es un requisito fiscal en España, en cumplimiento con las regulaciones del Impuesto sobre la Renta de Personas Físicas (IRPF) establecido por Hacienda. Estas retenciones son porcentajes que deben aplicarse a la cantidad total de la factura y expresarse con un signo negativo, indicando que deben deducirse de la base imponible correspondiente.
Cuando un profesional emite una factura con retención, su cliente (el receptor) está obligado a retener una parte de la cantidad total y remitirla a Hacienda en nombre del emisor. Este proceso actúa como un anticipo del IRPF que el emisor deberá declarar posteriormente.
En algunos casos, las retenciones pueden no estar relacionadas con el IRPF, como sucede en el sector de la construcción, donde funcionan como garantía entre el cliente y el contratista.
Responsabilidad de Ingreso de las Retenciones del IRPF
El empresario o profesional que recibe la factura con retención es responsable de realizar el ingreso correspondiente en la Agencia Tributaria. Este ingreso se realiza en nombre del emisor y funciona como un adelanto del IRPF. Por lo tanto, la responsabilidad fiscal del emisor se limita a emitir la factura correctamente; no es él quien debe abonar la cantidad retenida.
Porcentajes de Retención en Facturas con Retención
Los porcentajes de retención en facturas pueden variar según las circunstancias. Los porcentajes más comunes son:
- Tipo general: 15%.
- Tipo reducido para nuevos autónomos: 7% (aplicable durante los tres primeros años si no estuvieron dados de alta como autónomos en el año anterior).
- Tipos reducidos por sector:
- 1% en actividades ganaderas de avicultura y engorde porcino, así como algunas actividades relacionadas con el transporte en estimación objetiva.
- 2% en actividades forestales, agrícolas y otras actividades ganaderas.
Cuándo Emitir una Factura con Retención
Desde el punto de vista del emisor, las facturas deben incluir retención si son emitidas por un autónomo que realiza actividades profesionales o artísticas, como se especifica en las secciones 2 y 3 del Impuesto de Actividades Económicas. No todas las facturas emitidas por autónomos requieren retenciones; solo aquellas dirigidas a profesionales o empresarios con domicilio fiscal en territorio español.
Circunstancias en las que No se Aplica la Retención
Un autónomo no está obligado a aplicar retenciones en sus facturas en las siguientes circunstancias:
- Si el emisor está dado de alta en el grupo 1 del Impuesto de Actividades Económicas (IAE) como empresarial.
- Si el receptor de la factura es un particular, es decir, una persona física que no es empresa, autónomo ni realiza una actividad económica.
- Si el receptor de la factura no tiene su domicilio fiscal en España, independientemente de si es una persona física, autónomo o empresa.
Cómo Emitir una Factura con Retención
Desde el punto de vista de los requisitos, no existe diferencia entre facturas normales y facturas con retenciones. Ambas deben incluir información esencial como datos de emisor y receptor, numeración, método de pago, plazo de pago, fecha de la factura y conceptos facturados.
El cálculo de una factura con retención implica especificar la base imponible y la retención del IRPF en un apartado exclusivo. La cantidad retenida debe restarse de la base imponible y presentarse con un signo negativo. El cliente debe remitir esta cantidad a Hacienda a nombre del emisor mediante el modelo 111.
Después de presentar los resúmenes anuales, el emisor puede emitir un certificado de retenciones para los profesionales a los que se les aplicó la retención. Este documento ayuda a los receptores a completar su declaración de IRPF.
En términos contables, estas facturas se registran en la cuenta 473, relacionada con «Retenciones y Pagos a Cuenta».
Sanciones por Facturar sin Retención
Si un autónomo emite una factura sin aplicar la retención correspondiente, puede enfrentar sanciones económicas que pueden alcanzar hasta el 50% del monto no retenido. La cuantía específica de la multa depende de las circunstancias particulares de cada caso.
En resumen, las facturas con retención son un elemento crucial en el ámbito fiscal de España, ya que permiten la deducción anticipada de impuestos, principalmente el Impuesto sobre la Renta de Personas Físicas (IRPF). Los profesionales autónomos deben comprender cuándo y cómo aplicar estas retenciones para cumplir con sus obligaciones fiscales y evitar sanciones.
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