Ser autónomo conlleva una serie de gastos asociados a la actividad profesional. Sin embargo, existen algunos gastos que son considerados como «gastos de difícil justificación». Estos gastos son aquellos que, debido a su naturaleza o a la falta de documentación específica, pueden resultar complicados de justificar ante la Administración Tributaria. A pesar de ello, es posible deducirlos correctamente si se siguen ciertos pasos y se cuenta con la documentación adecuada.
¿Qué se considera un gasto de difícil justificación?
Los gastos de difícil justificación son aquellos que, por su propia naturaleza, no pueden ser respaldados con una factura o documentación que los respalde de manera directa. Algunos ejemplos comunes de estos gastos son las comidas de trabajo, los gastos de representación, los gastos de gasolina sin ticket, entre otros.
Cómo deducirlos tus gastos de difícil justificación
Paso 1: Mantén un registro detallado de los gastos
Es fundamental que lleves un registro exhaustivo de los gastos de difícil justificación que incurras. Esto implica anotar la fecha, el motivo, el importe y los participantes en el caso de comidas o reuniones de trabajo. Aunque este registro no sustituye a una factura, puede ser de utilidad para respaldar tus gastos en caso de una inspección.
Paso 2: Utiliza medios de pago trazables
Una forma de respaldar los gastos de difícil justificación es utilizar medios de pago trazables, como tarjetas de crédito o débito. Estos medios de pago dejan un rastro en tu cuenta bancaria, lo que puede servir como evidencia de que has realizado un gasto relacionado con tu actividad profesional.
Paso 3: Obtén justificantes alternativos
Si no dispones de una factura o ticket que respalde un gasto de difícil justificación, puedes obtener justificantes alternativos. Por ejemplo, en el caso de las comidas de trabajo, puedes solicitar un recibo detallado al restaurante o pedir que te sellen y firmen una copia del ticket para acreditar el gasto.
Paso 4: Documenta la relación con la actividad profesional
Es importante documentar la relación de los gastos de difícil justificación con tu actividad profesional. Puedes hacerlo mediante la redacción de un informe o memoria explicativa que detalle cómo estos gastos están directamente relacionados con el desarrollo de tu negocio o actividad autónoma.
Paso 5: Consulta con un asesor fiscal
Dado que los gastos de difícil justificación pueden ser un área compleja, es recomendable buscar el asesoramiento de un profesional fiscal. Un asesor especializado de Entre Trámites podrá ayudarte a entender las particularidades y requisitos específicos para la deducción de estos gastos en función de tu situación particular.
Nota: Recuerda que, a pesar de ser gastos de difícil justificación, es importante tener la documentación y los registros adecuados que respalden tu actividad y justifiquen estos gastos en caso de una inspección de la Administración Tributaria.
Sin duda alguno, los gastos de difícil justificación son aquellos que resultan complicados de justificar debido a su naturaleza o falta de documentación específica. Sin embargo, es posible deducirlos correctamente si se lleva un registro detallado, se utilizan medios de pago trazables, se obtienen justificantes alternativos y se documenta la relación con la actividad profesional. Consultar con un asesor fiscal es siempre recomendable para asegurarse de cumplir con los requisitos y normativas vigentes en 2023.
¡Recuerda la importancia de mantener una correcta documentación y registro de tus gastos para asegurar un correcto cumplimiento fiscal como autónomo en España!
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