Las entrevistas de salida, son reuniones en las que los directivos o los responsables de RRHH preguntan a los empleados que deciden abandonar la empresa sobre los motivos de su decisión y sobre lo que la empresa podría hacer mejor para evitar que los empleados se vayan.
Existen dos situaciones a la hora de abordar una entrevista de salida:
- La empresa ha respetado lo acordado con el trabajador durante el proceso de selección, el proceso de selección se ha realizado correctamente y el trabajador ha sido acogido en la empresa y respetado por sus superiores. En estas situaciones sería conveniente realizar una entrevista de salida, ya que la empresa debe detectar el motivo por el que el empleado decide cambiar de trabajo, para intentar evitar que otro empleado se marche por el mismo motivo.
- La empresa no cumple lo acordado con el empleado, el proceso de selección ha sido defectuoso o, peor aún, engañoso, y en lugar de un líder, su jefe es un jefe al que los empleados «se le escapan». En estas situaciones, la empresa ya debería conocer las respuestas y si se realiza una entrevista de salida con el empleado, es probable que no sirva de mucho, ya que el empleado puede no cooperar o en su defecto dar lugar a un interrogatorio.
¿Es obligatoria la asistencia del trabajador en las entrevistas de salida?
Mientras se sea empleado de la empresa se está obligado a acudir, si los superiores o responsables de Recursos Humanos solicitan al trabajador una entrevista de salida para conocer los motivos de su renuncia.
En los casos en los que se le fuerza a acudir, las respuestas a las preguntas que se le formulen pueden ser de poco valor para la empresa, ya que puede que el trabajador no responda con sinceridad y evite contestar preguntas comprometidas.
Por lo tanto, hay que intentar desarrollar la entrevista en un clima cómodo y en ningún caso obligar al trabajador a realizarla, para así tener una entrevista lo más constructiva posible para ambas partes.
También es importante elegir adecuadamente a la persona que realiza la entrevista, ya que, si el trabajador ha tenido problemas con su jefe directo, y es este el que la realiza, tampoco será de mucha utilidad para la empresa.
¿Cuáles deben ser los objetivos de las entrevistas de salida?
Una entrevista de salida debe ser significativa, seria y formal, de lo contrario es mejor no hacerla. El objetivo principal debe ser averiguar las razones por las que el empleado dimitió y dejó la empresa. Si estas razones no son convincentes, hay que intentar averiguar si el empleado se fue por las mejores condiciones que le ofrecía otra empresa.
Si el trabajador es importante para la empresa, también se puede intentar averiguar si volvería a está, en el caso de que se tomarán medidas para solucionar las causas por las que presenta su renuncia. Una buena entrevista de salida puede ser el primer paso para intentar volver a contar con un buen trabajador en un futuro.
¿Qué preguntas se pueden realizar en las entrevistas de salida?
Recuerde que las entrevistas de salida pueden no ser del agrado de los trabajadores. Por ello, hay que tener mucho cuidado con las preguntas que se hacen y la forma en que se hacen, para evitar que el trabajador se ponga a la defensiva.
Algunas preguntas que se le pueden hacer al trabajador podrían ser:
- ¿Qué circunstancias tendrían que darse para que reconsideres tu decisión?
- ¿En qué crees que podríamos mejorar para evitar que esta situación se repita con otro trabajador?
- ¿Desde cuándo empezaste a pensar en dejar tu puesto de trabajo?
- ¿Qué es lo que más te gustaba de tu trabajo?
- ¿Qué es lo que menos te gustaba de tu trabajo?
- ¿El trabajo cumplía con tus expectativas?
- ¿Cuál es la razón principal por la que renuncias?
- ¿Te sentías cómodo con tus compañeros de trabajo?
Ventajas de las entrevistas de salida
Este tipo de entrevista ayudará a identificar posibles áreas de mejora dentro de la organización que eviten la salida del talento y visualiza información adecuada para mejorar nuestro negocio en el futuro.
Errores en las entrevistas de salida
Los errores que no se deben cometer en estas entrevistas son:
- Tratar de convencer al empleado de que se quede,
- Juzgar las razones que nos da o defender a la empresa de los posibles desacuerdos que puedan surgir durante la entrevista de salida.
- Debemos recordar que estamos en la entrevista para obtener la mayor cantidad de información posible y no la obtendremos si no creamos el ambiente adecuado para ello.
¿Cómo elaborar y preparar una entrevista de salida?
Se recomienda realizar la entrevista cara a cara, esto permite un análisis más profundo de las expresiones y palabras del entrevistado. Sin embargo, esta opción puede resultar incómoda y es posible que no obtengas respuestas muy sinceras. En algunas ocasiones también puede realizarse en papel y de forma telemática, a través de alguna encuesta que se envía al entrevistado.
En cuanto al tipo de preguntas, generalmente se recomiendan las preguntas abiertas para obtener más información, aunque también existe la opción de una encuesta con preguntas en las que hay que elegir entre varias opciones predeterminadas.
Por parte del entrevistador, no se debe olvidar que, como cualquier otra entrevista, es importante prepararla bien para evitar la improvisación y exprimir al máximo la información obtenida.
Todos estos puntos son importantes si queremos desarrollar una herramienta de diagnóstico realmente útil. No olvidemos que se trata de información a analizar y tener en cuenta en el futuro, que puede obligarnos a ver aspectos de la empresa que no nos hubiera gustado descubrir pero que, si no los abordamos, acabarán siendo un problema cada vez mayor.
Debemos tratar de no juzgar ni defender nuestra posición, sino intentar extraer toda la información relevante posible, analizar y aplicar mejoras. Por lo tanto, es una herramienta sencilla y poderosa que puede sacarnos de apuros si la utilizamos y aplicamos de forma correcta.
En conclusión, es importante realizar este tipo de entrevistas en las empresas, dado que permite elaborar un diagnóstico y poder evidenciar si la organización o el clima organizacional tiene fallas que se pueden ir mejorando a futuro, con el fin de retener a los buenos trabajadores y no permitir la rotación de personal constantemente.
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