La factura ordinaria es un documento mercantil que expone el saldo de una operación comercial, bien sea de compraventa o prestación de un servicio. Esta es la factura que se utiliza con más frecuencia en los negocios o a la que recurren los autónomos.
Debe ser emitida por cualquier comerciante o persona que realice una actividad económica, tanto si se trata de una sociedad como de un autónomo o la compra-venta de bienes y/o servicios.
Cualquier persona que tenga un negocio está obligado a emitir una factura ordinaria correspondiente por la transacción o el servicio realizado, según el Reglamento de Facturación.
¿Qué debe tener una factura ordinaria?
Para que la factura ordinaria sea legal, es fundamental que contenga todos los detalles de una transacción de compra-venta. Estos son:
- Información fiscal del negocio: Nombre, apellido, NIF y dirección
- Datos de la factura: indicar que se trata de una factura y su número
- Datos del cliente: Nombre, dirección y razón social
- Logo: Crear un logo incluso si eres autónomo
- Descripción del producto o servicio: Colocar su nombre
- Observaciones: Incluir el apartado de observaciones en caso de que se necesite
- Importe total: El monto de la base imponible e indicar el total del IVA para luego mostrar la suma total
- Método de pago: Especificar el método empleado por el cliente para pagar
- Medios de contacto: Colocar un número de contacto y correo electrónico
Retención de IRPF en la factura
Al momento de hacer una factura ordinaria, también debes tener presente las tributaciones a realizar. Una de ellas es el IRPF (impuesto sobre la renta), el cuál debe incluirse en las facturas de todo negocio.
El porcentaje de retención general del IRPF es del 15%, sin embargo, durante los primeros 3 años de actividad toda persona autónoma el porcentaje de retención es del 7%. El resultado con el porcentaje IRPF del servicio o venta debe representarse en la factura, para que sea deducida y pagada a Hacienda en tu nombre, pero por parte del cliente receptor de la factura.
En el caso de que la factura la utilice un autónomo, se debe registrar sólo cuando se emite a empresarios u otros autónomos.
IVA dentro de la factura
También, debe añadirse a la factura ordinaria el IVA (impuesto sobre el valor añadido) en cada factura ordinaria que se realice. Este es un impuesto que aplica tanto a empresarios y autónomos, como a clientes particulares.
Al aplicar el IVA se incrementa el monto total del precio a cobrar y el porcentaje de este impuesto puede variar en diversos casos.
En una gran mayoría de los sectores se aplica un IVA del 21%, pero existen también de tipo reducido y de tipo superreducido que equivalen al 10% y 4% respectivamente. Además, también existen algunos productos y servicios que están exentos de IVA. Se recomienda saber o tener a la mano los productos y servicios a los cuales no se les cobra IVA para tener claridad de incluirlos o no en la factura.
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